Ahora las langostas migraron al Oeste provincial

SIGUE COMPLICADA LA LOCALIZACIÓN DE LAS MANGAS
El Comité Fitosanitario recibió denuncias por la presencia en la zona del departamento Pomán.
Parte de las mangas de langostas que se asentaron en la zona de Capayán migraron ayer hacia el Oeste en otro capítulo del paso de estos insectos por Catamarca.

La vocera del Comité Mixto Fitosanitario, Evelin Ledesma, informó ayer que parte de la manga que estuvo en los valles fue migrando ayer hacia la zona de cerros, lo que complica seguirlas para determinar el polígono porque se pierden en zona montañosa, es decir, es difícil determinar el área en el que se asientan.

De acuerdo a las denuncias que se receptaron ayer a la tarde, las langostas tenían actividad intensa en la zona de Pomán, Saujil hasta el Rincón del Algarrobal. Los técnicos del SENASA trabajaban en la zona, pero no había señal para comunicar los avances. «Los productores del Oeste ya estaban preparados y tenían los productos», manifestó.

El domingo último la manga de langostas había pasado hacia una finca de la provincia de La Rioja. El lunes se marcó el área y se logró realizar una aplicación aérea en la zona limítrofe con Mazán. Ayer se realizó una segunda aplicación con el avión que tiene esa provincia.

Catamarca también rentó un avión a la provincia de Tucumán, pero hasta ahora fue imposible realizar las fumigaciones por problemas de la geografía del lugar, problemas climáticos y hasta burocráticos.

Como se informó el Comité Fitosanitario se reunirá mañana a las 10.30 en el INTA para trazar un panorama de la situación.

Desidia

Ante la migración de las langostas hacia otra zona, los productores del Valle central intentan salvar lo que queda de la producción.
Pedro Martínez, productor de la zona de Nueva Coneta, comentó que los insectos se habían asentado ayer en la zona de Miraflores. La Municipalidad de Huillapima asistía con una pulverizadora de menor tamaño que solo con el ruido contribuía a alejar la plaga.

«Estamos todos nerviosos y en alerta porque por el viento no tardan nada en desplazarse», comentó, ya que los productores armaron su propia red para estar en alerta.

«Ahora, ya nadie puede plantar tomates porque si sacamos en enero no podemos competir con Mendoza o Córdoba. En estos momentos estoy moviendo todo para sembrar zapallo y alfalfa», comentó al explicar su estrategia para tratar de reponerse.
Aunque no hay todavía un cálculo del daño, señaló que las pérdidas son muy importante y a, modo de ejemplo, comentó que el campo ya estaba con fertilizantes que hoy se pagan a precio dólar.

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