Destacan reacción del Gobierno provincial ante la catástrofe

Víctor Burgos, investigador del Instituto Nacional del Agua que arribó a la provincia para evaluar los daños y colaborar con las autoridades locales, destacó la importancia de contar con estudios, como los que viene realizando Catamarca, para planificar e implementar políticas de Estado que permitan reducir la vulnerabilidad.
Tras arribar este martes a la provincia para realizar una evaluación de los daños causados por el temporal que afecta a distintos departamentos desde la semana pasada, Víctor Burgos, ingeniero investigador en hidrología del Instituto Nacional del Agua (INA) en Mendoza, Centro Regional Andino (CRA), destacó la rápida reacción del Gobierno de Catamarca para que no haya que lamentar víctimas fatales y explicó que si el hombre continúa interviniendo en forma negativa en su entorno, ninguna obra de infraestructura será suficiente para evitar los daños que producen este tipo de fenómenos climáticos extraordinarios.
«Estos eventos de la semana pasada superaron los registros históricos que tenemos, y si bien todavía falta corroborar las estimaciones, se habla de un evento extraordinario, extremo, que produjo los caudales y las inundaciones que lamentablemente hoy todos conocemos”, explicó el especialista de la institución que elaboró un importante estudio de las cuencas de los ríos Paclín y El Tala en 2015, y que ahora analizará junto con las autoridades locales el fenómeno climático que afecta a distintas zonas de Catamarca.
En ese orden, indicó que desde este martes están recorriendo «las zonas afectadas para ver los problemas y los puntos principales donde hubo roturas de puentes, deslizamientos, erosiones, anegamientos, etc., y lo que estamos viendo es que las precipitaciones de la semana pasada superan los registros estadísticos que teníamos, así que la probabilidad de recurrencia de ese evento extremo es muy grande, superando el máximo registro que teníamos hasta 2015”.

Contar con buena información
Además, Burgos consideró clave que Catamarca continúe realizando estudios como lo viene haciendo, porque «la información es el principal elemento para poder planificar”, y subrayó que también se debe hacer hincapié en el trabajo interinstitucional entre todos los organismos públicos y privados, «para que exista un sistema preventivo y que la sociedad esté al tanto, que conozca los riesgos, que sepa que naturalmente el río va a desbordar, inundar planicies de inundación, que no hay que urbanizar las riberas. Y por supuesto también, durante el desastre, coordinar las acciones de los equipos de respuesta, Defensa Civil, Bomberos, Sistemas de Seguridad, es decir, seguir fortaleciéndose”.
En ese sentido, el investigador analizó que ante la emergencia, en Catamarca «se actuó de buena manera. Gracias a Dios podemos decir que no se lamentaron vidas, que no hubo pérdidas humanas, y eso es importantísimo. Eso habla de la rápida respuesta del Gobierno provincial”.
Asimismo, el especialista del INA remarcó que «Catamarca está mucho mejor en la preparación, en el conocimiento de la amenaza, aunque falta un largo camino por recorrer con el tema de la disminución de la vulnerabilidad. Se debe avanzar en la parte social, en la parte de la educación de la sociedad, que la misma esté en pleno conocimiento de que el Estado avanza haciendo estudios de base totalmente necesarios para conocer esa amenaza”.

Aportar a soluciones a largo plazo
En cuanto a las acciones que se deben emprender a mediano y largo plazo, Víctor Burgos comparó las medidas estructurales y las no estructurales, aclarando que si bien el impacto de éstas últimas no es directo, son indispensables. Al respecto, subrayó aspectos fundamentales como la difusión social y la educación, para que los cambios de ese tipo de soluciones, como por ejemplo una política de reordenamiento territorial, sean más inmediatos, porque, aseguró, no hay obras de infraestructura que alcancen si la sociedad no toma conciencia de las repercusiones del daño a la naturaleza.
Así, mientras una obra de defensas en un río o un dique, por citar un par de casos, tienen un impacto directo e inmediato, siempre existe el riesgo interno de que colapsen: «cada obra se diseña estructuralmente, hidráulicamente, con la premisa de determinado caudal de agua, y siempre está presente la probabilidad de que ocurra un evento que supere ese diseño y someta la estructura a un mayor impacto. Ello no quiere decir que esa obra colapse, inclusive puede soportar recurrencias mucho mayores, pero supera las características de su diseño, con lo que estamos en condiciones de un trabajo más crítico de esa estructura. Lo hemos visto en estos episodios en la intersección de lo natural con la obra civil, donde los daños se producen en los badenes de los puentes”.
Incluso, las obras de infraestructura tienen otro riesgo implícito, porque llevan a la comunidad a creer que porque se hizo una defensa el riesgo desapareció, y éste nunca desaparece. Por el contrario, la amenaza es mayor, ya que si se rompe esa defensa el caudal del río será mayor.

Poniendo los estudios en práctica
Por su parte, Héctor Miguel Bertolone, subsecretario de Planificación de los Recursos Hídricos, área que depende del Ministerio de Obras Públicas, explicó cómo el actual Gobierno pone en práctica las conclusiones de los estudios que realiza sobre las cuencas de la provincia, como el realizado en 2015 por el Instituto Nacional del Agua.
«El estudio hidrológico de la cuenca del río Paclín fue utilizado para verificar hidráulicamente las dimensiones del puente metálico que se ubicó para unir Huaycama con Santa Cruz, y si bien la creciente fue extraordinaria y superior a lo que estaba en todos los cálculos previos, el puente resistió y se comportó perfectamente. Solamente sufrió daños en los estribos, que sirvieron de fusible, y a las 24 horas ya estaba de nuevo en funcionamiento. Así, hoy esa obra adquirió aún más importancia porque estamos hablando de la única vía de comunicación que tenemos para estar del otro lado del río Paclín y comunicarnos con el aeropuerto”, ejemplificó.
El funcionario consideró también que la Nación tendría que acompañar a Catamarca y a las demás provincias que declararon la emergencia debido a los daños que produjo el temporal. «Tiene que estar el acompañamiento nacional para ver de solucionar todos estos problemas”, finalizó.

Estudios intensivos
Por último, Ada Patricia Lobo, directora provincial de Hidrología y Evaluación de Recursos Hídricos, recordó que tras recibir las conclusiones de la investigación del Instituto Nacional del Agua sobre las cuencas de los ríos Paclín y El Tala, se adjudicó el año pasado al Centro de Estudios y Tecnología del Agua de la Universidad Nacional de Córdoba un estudio complementario de hidro-geomorfología de los mismos, con el objetivo de poder determinar exactamente cuáles son las zonas susceptibles de inundación lejos del cauce principal ante eventos climáticos como los que afectaron a Catamarca estos días.
De acuerdo con la funcionaria, dichos estudios se suman a todos los que se vienen realizando en los últimos cuatro años, trabajando con instituciones públicas como el INA, la UNC, el Colegio de Geólogos de Catamarca, «siempre buscando nutrirnos de las instituciones que nos pueden aportar”.
«En cuatro años estudiamos un montón de cuencas y modelos matemáticos de los acuíferos. De hecho, solo nos quedan dos cuencas por estudiar. Podemos decir que se hizo muchísimo en ese sentido”, concluyó Lobo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *