El remate de Encata se declaró desierto por la falta de oferentes, por lo cual el juez de la quiebra estaría llamando en unos 90 días a un nuevo remate. El Gobierno, para evitar la medida, había advertido que cualquier cambio de propietario debía contar con el consentimiento del Estado.
Esta instancia de remate se iba a concretar en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por el martillero Mario Guillermo Rawson en su totalidad, incluyendo sus bienes muebles e inmuebles.
La base del remate había sido estipulada a una suma superior a los dos millones y medio de pesos; casi la totalidad del precio corresponde al valor de los inmuebles (95 por ciento) -con dos matrículas superiores en suma a los 15 mil metros cuadrados-.
La empresa Encata, que se ubica en la zona industrial El Pantanillo, formó parte de las «fábricas recuperadas” y fue la expresidente Cristina Fernández de Kirchner quien llegó hasta nuestra provincia para presidir su reapertura.
Consentimiento
Según se conoció, el Gobierno informó a través de carta documento al juez, que para que se produzca un cambio de dueño del establecimiento fabril era necesario contar con el consentimiento del Estado provincial. Esto está especificado en la Escritura de Adjudicación que se entregó a los propietarios de Encata al momento de tomar posesión de los terrenos.
De esta manera, indicaron fuentes oficiales, buscan evitar que se presenten oferentes que hagan algún tipo de especulación inmobiliaria comprando una propiedad barata y después venderla. «Nosotros queremos que quien la adquiera lo haga con fines productivos y no inmobiliarios”, subrayaron.