TIENE TRES AÑOS, SE CAYÓ DE UN TOBOGÁN
Sufrió quebradura de clavícula. Fue operado por un hematoma extradural y cursa el posoperatorio.
El niño de tres años que el martes se cayó de un tobogán en el jardín de la escuela Pía Didoménico, que sufrió una quebradura de clavícula y traumatismo de cráneo, continúa internado en el Hospital de Niños Eva Perón en estado delicado.
En diálogo con El Ancasti, el director de la institución, Miguel Ángel Morandini, remarcó que «el niño no tiene muerte cerebral» y que «actualmente está en terapia intensiva, cumpliendo el posoperatorio de un hematoma extradural».
En este marco, el especialista indicó que «está hemodinámicamente estable» y que en el control tomográfico realizado ayer «hubo mejoría».
Finalmente, informó que en función del interés que el caso provocó en la población y la demanda de información por parte de los medios de comunicación, «a partir de mañana, todos los días a las 10, el Hospital va a dar a conocer un informe escrito sobre el estado de salud del menor».
Pericias
Por otra parte, fuentes judiciales indicaron a este diario que tras el lamentable suceso, el fiscal de instrucción N°1, Víctor Figueroa, dispuso el secuestro de las imágenes registradas por las cámaras de seguridad instaladas en el edificio del jardín Pía Didoménico –ubicadas en la zona alta de la Ciudad-, para determinar cuál fue la dinámica del accidente. El hecho tuvo lugar el martes a la siesta, cuando el chico de tan solo tres años -por razones que aún no fueron establecidas-, se cayó de un tobogán en la institución educativa, golpeándose violentamente contra el piso de cemento.
Se pudo conocer que la Justicia investiga si la presencia de este tipo de piso en el lugar dispuesto por la escuela para que los nenes realicen sus juegos, se debe a una medida arbitraria tomada por la institución o si cumple con las disposiciones vigentes. También trascendió que en las próximas horas se tratará de delimitar las responsabilidades al personal del establecimiento.
Fuentes confiables informaron que el sector donde se registró el accidente debería contar con un piso sintético blando, que amortigüe el impacto en las eventuales caídas de los chicos, y que además disminuya las posibilidades de que los menores resbalen y se causen daño.