EL JUICIO POR EL CRIMEN DEL VERDULERO SEGUIRÁ MAÑANA
El médico forense declaró que en su cabeza había una herida compatible con la de una bala.
La posibilidad de que Clemente Vázquez Tintaya haya sido atacado con un arma de fuego, luego de haber sido golpeado con un elemento contundente, fue mencionada durante la investigación debido a una herida en uno de los laterales de su cabeza. No obstante, en la escena del crimen no se encontraron esquirlas, ni rastros de pólvora.
Esta posibilidad fue mencionada ayer por el médico forense Sergio Andrada, quien trabajó en la verdulería el día del hecho y luego hizo la autopsia. «Es una herida compatible con arma de fuego. No penetró el cráneo», especificó. Consultado por las partes, Andrada precisó que si hubo un disparo tendría que haberse realizado con un calibre 22 y efectuado cuando Vázquez Tintaya estaba recostado sobre su dorsal lateral izquierdo, semidecúbito.
Según su testimonio el verdulero fue golpeado con un elemento macizo. «Una barreta de hierro, una maza» y ante la pregunta del fiscal Gustavo Bergesio si podía ser un «caño del agua», respondió afirmativamente.
«Los golpes fueron de frente y fueron realizados por una persona fuerte. Es probable que hayan sido dos personas».
Durante la declaración de Andrada se conocieron detalles de la violencia empleada para ultimar a Vázquez Tintaya. Las manchas de sangre llegaban hasta los dos metros de distancia e inclusive habían salpicado el techo del local.
Antes declaró el subcomisario Sánchez, integrante de la División Homicidios quien resaltó que el hallazgo de las pertenencias del verdulero fue clave para el esclarecimiento del caso.
El testigo señaló que Juan Carlos Pucheta, nervioso y conmovido, le contó que había sido contratado por un sujeto de apellido Molina para que abriera la puerta de la verdulería. Ante la pregunta de la defensa de José Dardo Pachado, Sánchez contó que siguió esa línea, pero que no surgieron datos de importancia. Además, resaltó que «no había indicios» de que Vázquez Tintaya vendiera droga.
A su vez, comentó que de la investigación surgió que Pachado había gastado dinero en esos días de una forma inusual.
El debate seguirá mañana con el testimonio del último testigo, un experto en telefonía, cuya presencia fue requerida por el fiscal Bergesio.